ROSARIO.- Nacido en la ciudad de Rosario el 14 de mayo de 1905 y criado en el seno de una familia de inmigrantes italianos, que huyeron de la Primera Guerra Mundial, Antonio Berni cultivó desde muy pequeño la pasión por la pintura. Un arte que lo llevó, con sólo 15 años, a exponer por primera vez sus cuadros en el Salón Mari, en esa ciudad santafesina.
Era pintor, grabador, dibujante, muralista, ilustrador y también creó objetos e instalaciones, pero sobresale por ser sinónimo del “arte de denuncia”, puesto que sus principales obras reflejaron la crudeza de las problemáticas sociales que aquejaban tanto en Latinoamérica como en Europa.
La desocupación, la pobreza, el comienzo del nazismo y fascismo, la Guerra Civil Española se hicieron protagonistas en los cuadros de Berni. En 1958 surgió en él un gran personaje, Juanito Laguna, y poco tiempo después Ramona Montiel. La historia de estos dos seres se cotizó en el mercado exterior a precios incalculables.
Para estas obras Berni utilizó un estilo creado a finales de siglo: el collage, que consiste en agregar a la pintura objetos reales pegados sobre el cuadro.
Utilizaba latas, plásticos, hierros, maderas, telas, zapatos, juguetes, papeles, señales de tránsito, entre otros, que recolectaba de las calles de Buenos Aires, donde, tranquilamente, podrían haber vivido muchos Juanitos y muchas Ramonas. Falleció en Buenos Aires, en 1981. LA GACETA